martes, 27 de noviembre de 2018

biografía Oscar Wilde


Biografía resumida de Oscar Wilde
Nació el 16 de octubre de 1854, en Dublín, Irlanda (cuando todavía formaba parte del Reino Unido). Su padre, William, fue un exitoso médico y su madre, Jane, una mujer muy interesada en las artes. Wilde tuvo un hermano, y una hermana que murió siendo niña. Se educó en prestigiosas
universidades de Dublín y Oxford, especializándose en los clásicos griegos.
En 1881, la publicación de sus Poemas le ofreció notoriedad, que aumentó gracias a su carisma, su forma llamativa de vestir y sus charlas sobre el esteticismo. De hecho, fue contratado para dar conferencias sobre este tema en diversas ciudades de los Estados Unidos durante gran parte de 1882, con una extensa cobertura mediática. En 1884 se casa con Constance Lloyd, con quien tiene dos hijos. La familia se instala en Londres, y
Wilde escribe durante los siguientes once años varias obras, aumentando su éxito literario.

Por un par de años dirige, además, una revista femenina. En 1895, en pleno auge de su carrera literaria, sobreviene un hecho que marcaría su desgracia. Lo que comenzó como una demanda por difamación intentada por Wilde en contra del Marqués de Queensberry, luego de que este lo tildara de homosexual (Wilde de hecho mantenía una relación con Lord Alfred Douglas, hijo del marqués), terminó convirtiéndose en una acción penal en contra del propio Wilde, puesto que en ese entonces la sodomía era un delito.

Las relaciones de Wilde con otros hombres, no sólo amigos de su entorno sino también
Jóvenes dedicados a la prostitución masculina, salieron a relucir luego de que Queensberry pagase detectives privados que escudriñaron en la vida privada del escritor. A consecuencia del juicio, Oscar Wilde es condenado a dos años de trabajos forzados, que cumple en su totalidad. Sobra decir que el juicio fue todo un escándalo para la sociedad conservadora de la época y marcó también el rompimiento definitivo con su familia. Constance (que muere en 1899) se niega a volver a verlo (aunque nunca se divorciaron) y sus dos hijos deciden cambiarse el apellido Wilde por Holland.

En 1897 sale de prisión, destrozado física y emocionalmente, y en muy precarias condiciones económicas. Adopta el nombre de Sebastian Melmoth y marcha a París, donde muere el 30 de noviembre de 1900 víctima de una meningitis. Sus restos se encuentran enterrados en el cementerio parisino de Pére Lachaise.

La obra de Oscar Wilde

Oscar Wilde no sólo fue un escritor prolífico, sino que cultivó varios géneros literarios, a saber: Poesía. Su recopilación de versos, publicada en 1881 bajo el título Poemas fue, como anotamos, su primer éxito editorial. A su vez, una de sus últimas obras fue, precisamente, el poema La balada de la cárcel de Reading Gaol, cuyo tema es la ejecución de un hombre por el asesinato de su esposa. Se basa en un hecho real presenciado por Wilde mientras cumplía condena.
Ensayo. Wilde tuvo una extensa actividad periodística, a través de cartas y artículos
publicados a lo largo de muchos años en varios periódicos londinenses, especialmente el
Daily Chronicle, además de sus charlas sobre el tema del esteticismo, o la importancia del arte por el arte. La principal recopilación de estos escritos es Intenciones, publicado en 1891.
Relatos. Curiosamente, Oscar Wilde escribió solo una novela: El retrato de Dorian Gray, una de sus obras más conocidas, y que narra la historia de un joven rico y apuesto que, consciente de que su juventud y belleza se irían desvaneciendo con el tiempo, “vende” su alma y comienza a vivir de forma desordenada y haciendo daño a sus semejantes. Aunque él se mantiene intacto físicamente, un retrato que le ha hecho un famoso artista va reflejando su envejecimiento y sus pecados.

Sobresalen también sus cuentos, recogidos en varias recopilaciones. Tal vez los que más
recordemos sean, por ejemplo, El gigante egoísta, o El ruiseñor y la rosa, así como el relato El fantasma de Canterville.
Mención especial merece la epístola De Profundis, que escribió al propio Lord Alfred Douglas desde prisión.
Teatro. No obstante, el mayor éxito, especialmente mientras vivía, se lo dieron sus obras de teatro, siete en total: Vera o los nihilistas; La duquesa de Padua; El abanico de Lady Windermere; Una mujer sin importancia; Salomé (escrita originalmente en francés); Un marido ideal (1895); y La importancia de llamarse Ernesto, su última y más destacada.

Oscar Wilde y sus frases célebres

Una de las razones por las cuales Wilde se mantiene vivo en las mentes de las generaciones actuales es, seguramente, por sus frases ingeniosas, que frecuentemente se reproducen en las más diversas ocasiones.
Se menciona mucho, por ejemplo, que cuando viajó a los Estados Unidos en 1882 y el funcionario de Aduanas le preguntó si tenía algo que declarar, Wilde respondió: “Nada, excepto mi talento”. Mi favorita, sin embargo, es su comentario sobre el escritor George Bernard Shaw: “es un hombre que no tiene enemigos, pero que es altamente odiado por sus amigos”.
También podemos reproducir, a modo de ejemplo, puesto que hay cientos, la siguientes:
"Amarse a sí mismo es el comienzo de un idilio que durará toda la vida."
"La muerte es la cosa, la única, que me aterra siempre. La odio. Hoy se puede sobrevivir a todo menos a ella."
“No existen preguntas indiscretas, sólo respuestas indiscretas”.
"La vida es un teatro, pero tiene un reparto deplorable."
"Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad."
“La sociedad perdona a veces al criminal, pero no perdona nunca al soñador”.
“Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen”.

La influencia de Oscar Wilde en la literatura

Más que los propios escritos de Wilde, ha sido su personalidad y su vida la que ha suscitado un gran interés, no sólo del público, sino de otros escritores.
Son muchas las biografías sobre él, tanto de quienes lo conocieron como de autores de generaciones futuras. Entre los trabajos que refieren a su vida vale la pena mencionar la biografía escrita por André Gide, por ejemplo y, más recientemente, la de Richard Ellmann, ganadora del Premio Pulitzer en 1989. En 1895, en la cima de su carrera, se convirtió en la figura central del más sonado proceso judicial del siglo, que consiguió escandalizar a la clase media de la Inglaterra victoriana luego de ser arrestado.[1] Wilde, que había mantenido una íntima amistad con Lord Alfred Douglas (conocido como Bosie), fue acusado por el padre de éste, el marqués de Queensberry, de sodomía. Se le declaró culpable en el juicio, celebrado en mayo de 1895, y, condenado a dos años
de trabajos forzados, salió de la prisión arruinado material y espiritualmente. Su peripecia en prisión fue descrita en dos obras: De Profundis, extensa carta llena de resentimiento dirigida a Lord Alfred Douglas al final de su estancia en prisión, y The Ballad of Reading Gaol, poema donde el ahorcamiento de un compañero sirve como excusa para describir íntimos sentimientos sobre el mundo carcelario.
Desengañado de la sociedad inglesa, Wilde pasó el resto de su vida en París, bajo el nombre falso de Sebastian Melmoth. Allí, y de la mano de un sacerdote irlandés de la Iglesia de San José, se convirtió al catolicismo, fe en la que murió. La vida de Wilde ha sido llevada tanto al cine como al teatro, especialmente lapreferida al desastroso juicio de 1895.

El 27 de mayo de 1895 Oscar Wilde fue condenado a dos años de prisión y trabajos forzados acusado de sodomía con Lord Alfred Douglas hijo del Constance Lloyd, esposa de Wilde, y Cyril, su hijo.
marqués de Queensberry. Las numerosas presiones y peticiones de clemencia efectuadas desde sectores progresistas y desde varios de los más importantes círculos literarios europeos no fueron escuchadas y el escritor se vio obligado a cumplir por entero la pena. Enviado Wandsworth y Reading, donde redactó la posteriormente aclamada Balada de la cárcel, la sentencia supuso la pérdida de todo aquello que había conseguido durante sus años de gloria. Recobrada la libertad, cambió de nombre y apellido (adoptó los de Sebastian Melmoth) y emigró a París, donde permaneció hasta su muerte. Sus últimos años de vida se caracterizaron por la fragilidad económica, sus quebrantos de salud, los problemas derivados de su afición a la bebida y un acercamiento de última hora al catolicismo. Sólo póstumamente sus obras volvieron a
representarse y a editarse. En 1906, Richard Strauss puso música a su drama Salomé, y con el paso de los años se tradujo a varias lenguas la práctica totalidad de su producción literaria. Su Muerte
En 1900 visita Sicilia y Roma en la primavera. En octubre es operado de una otitis aguda y el 30 de noviembre de ese mismo año, muere en París, en el Hotel d'Alsace de la Rue des Beaux Arts, a consecuencia de un ataque de meningitis. Antes de morir, y en pleno uso de sus facultades mentales, se convierte a la fe católica, recibiendo las aguas bautisma
les

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